¿Cuándo y por qué solicitar la terapia logopédica?
Son muchas las personas que a día de hoy desconocen o confunden los objetivos y funciones del logopeda. Por ello, desde Personalum, queremos dar respuesta a las principales preguntas que puede plantearse cualquier persona en cuanto a la labor logopédica.
La logopedia es la disciplina sanitaria que abarca los procesos de la comunicación humana.
Comunicar no es sinónimo de hablar. A su vez, poseer la capacidad de hablar tampoco implica saber comunicarse. La comunicación es el medio que nos permite relacionarnos con los demás, algo fundamental para la vida de cualquier persona.
Los procesos de comunicación implican el correcto funcionamiento de áreas cerebrales complejas.
Por eso, el logopeda es el profesional sanitario que se encarga de estudiar, promover, prevenir, evaluar, intervenir y asesorar a las personas con trastornos o dificultades a la hora de comunicarse.
El trabajo del logopeda es muy amplio: engloba desde la atención temprana en población infantil hasta la intervención en población adolescente, adulta y tercera edad.
El logopeda trata a cada persona de manera específica y única, ya que no existen dos casos iguales, por lo que se fijarán unos objetivos concretos y un plan de intervención adaptados a las necesidades de cada persona, los cuales le sirvan para automatizar los resultados en todos los contextos en los que se desenvuelve (entorno familiar, escolar, social, laboral…).
A continuación se exponen de manera generalizada los trastornos en los que interviene el logopeda:
• Trastornos o dificultades en la articulación del habla: dislalia, disglosia, disartria, tartamudez/disfemia…
• Trastornos del lenguaje: retraso del lenguaje, Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), mutismo e inhibición del lenguaje…
• Trastornos en la adquisición y/o aprendizaje de la lectura y escritura: dislexia, disgrafía, disortografía, problemas de lectoescritura.
• Trastornos del desarrollo o enfermedades congénitas: retraso psicomotor, autismo, TDAH, parálisis cerebral, Síndrome de Down, trastornos generalizados del desarrollo (TGD).
• Patología de la voz: nódulo, pólipo, edema de Reinke, enfermos laringectomizados, disfonía…
• Trastornos de audición: dificultades en la adquisición del lenguaje tras un implante coclear, hipoacusia o sordera.
• Trastornos de la deglución o disfagia.
• Dificultades en algún aspecto del lenguaje; voz, habla, audición o deglución debidos a enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple, ELA…) o daño neurológico (accidente cerebrovascular o ictus, lesión cerebral, traumatismo craneoencefálico…)
Como se expuso anteriormente, el logopeda no sólo actúa cuando existe una patología, también aconseja y asesora. Por ejemplo, aportando pautas sobre cuidados e higiene de voz, aconsejando a padres en cualquier aspecto relacionado con la comunicación de su hijo, etc.
Firmado: Irene López Rivadulla – Logopeda