¿Qué es la atención temprana?
La Atención Temprana es el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 – 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta, lo más pronto posible, a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño,
han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”. (Libro Blanco de la Atención Temprana, 2000).
La primera etapa de la vida se caracteriza por el crecimiento y la maduración y en ella se adquieren las habilidades motrices, perceptivas, lingüísticas, cognitivas y sociales que posibilitarán el desarrollo personal y social del niño. Resulta una etapa crítica del desarrollo, donde la privación de los estímulos y de las experiencias que proporciona el entorno o las afectaciones tempranas, como consecuencia de enfermedades, discapacidades o síndromes, pueden comprometer el curso evolutivo. Es por ello que aprovechar la plasticidad neuronal de estos primeros estadios del desarrollo resulta crucial para favorecer un proceso evolutivo óptimo.
La intervención temprana posibilita ganancias significativas en el dominio de la motricidad voluntaria, en el rendimiento intelectual, en el desarrollo del lenguaje y en el manejo de las habilidades académicas y sociales (Millá y Mulas 2005).
Con estas intervenciones se ofrece al niño atención psicopedagógica, rehabilitadora, fisioterápica, logopédica, etc., así como apoyo a la familia ante la presencia en el seno familiar de un hijo con alteraciones en el desarrollo.
Población susceptible de Atención Temprana
La Atención Temprana comprende tres campos de actuación:
1. La población infantil general para llevar a cabo acciones de prevención de posibles trastornos en el desarrollo.
2. Aquellos grupos considerados de riesgo por estar expuestos a factores que pueden provocar alteraciones del curso evolutivo (vertiente preventiva).
3. Los niños con trastornos en el desarrollo cuya presencia es evidenciable (vertiente asistencial).
Objetivos de la Atención Temprana
La intervención en Atención Temprana debe dirigirse al niño y a su familia, teniendo en cuenta el entorno en el que se desenvuelven.
Respecto al niño se plantea como objetivo, mediante el juego, favorecer su desarrollo, potenciarle la autoestima, ayudarle a alcanzar el máximo grado de autonomía personal y en definitiva potenciar el reconocimiento de la individualidad.
Respecto a la familia el objetivo es favorecer la implicación de ésta en todo el proceso de intervención alentando su participación activa en todas las actividades de la vida diaria y las específicamente lúdicas y procurando su bienestar. Además, ayudar a superar el tránsito que supone la aceptación de un trastorno del desarrollo e integrarlo en la dinámica familiar.
Respecto al entorno el objetivo es alcanzar el mayor grado de integración social, facilitando la adquisición a los entornos familiares y sociales de cada niño. También proporcionarle estrategias y recursos que le permitan una integración y el acceso a futuros criterios de igualdad.
La Atención Temprana debe abordarse de forma lúdica y funcional (VVA, 1999) considerando al niño en su totalidad, teniendo en cuenta los aspectos biológicos, psicológicos, sociales y educativos; trabajando todas las áreas del desarrollo, motora, cognitiva, comunicación, socialización y autonomía personal.