La importancia de un diagnóstico temprano en los niños con altas capacidades
La Inteligencia es la capacidad que tiene nuestra mente para razonar, planificar, calcular y resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender, memorizar… La mayoría de las personas poseen un nivel intelectual que se sitúa dentro del rango de la normalidad, mientras que el resto se encuentra por debajo o por encima de la media.
¿Qué son los Altas Capacidades Intelectuales? Los individuos con altas capacidades intelectuales poseen aptitudes superiores. Tradicionalmente, se pensaba que la persona que tenía un nivel intelectual superior era superdotado, sin embargo, esta asociación no es del todo correcta. Para establecer este diagnóstico, los resultados de la evaluación psicopedagógica deben mostrar percentiles superiores en todas las aptitudes. Por este motivo, es más apropiado hablar de Altas Capacidades Intelectuales para significar, en general, a las personas que poseen aptitudes por encima de la media, ya que con este término nos referimos a un continuo que recoge el Talento Simple, el Talento Complejo y la Sobredotación Intelectual. Por ejemplo, se puede tener una elevada aptitud o competencia en un ámbito específico (verbal o matemático) y ser diagnosticado de Talento Simple Lingüístico o Matemático, pero no por ello ser superdotado.
Para diagnosticar la Sobredotación Intelectual en un niño, éste debe presentar superioridad intelectual, madurez social y emocional superior, creatividad y originalidad en sus trabajos… Si presenta Talento Simple, debe tener una elevada aptitud o competencia en un ámbito específico (verbal o matemático) o en un tipo de procesamiento cognitivo (lógico o creativo). En los Talentos Complejos, los individuos presentan una combinación de varias aptitudes específicas. Para el Consejo Superior de Expertos en Altas Capacidades, la superdotación debe ser estudiada desde una nueva perspectiva que tenga en cuenta tanto las características cognoscitivas como las emocionales, ya que está comprobado que no es suficiente con tener la inteligencia cognoscitiva para lograr el éxito en la vida, pues necesitamos de aquella otra inteligencia para lograrlo.
El niño con altas capacidades intelectuales posee una serie de características emocionales, de personalidad y de adaptación social destacadas, por ello, se deben proporcionar las pautas para favorecer su adecuado ajuste socioemocional y su integración, y cubrir sus necesidades para que tengan un desarrollo integral adecuado.
Muchos de estos niños no llegan a ser diagnosticados en el sistema educativo, viviendo su escolaridad sin ninguna adaptación que tenga en cuenta sus capacidades y ritmos de aprendizaje. Durante mucho tiempo, se ha pensado erróneamente que no necesitaban de un tratamiento especial, puesto que se daba por hecho que, al tener unas capacidades por encima de la media, su peculiaridad garantizaba suficientemente la obtención del éxito, pero la realidad nos muestra que ésto no es así y que, en más ocasiones de las esperadas, acaban teniendo fracaso escolar. Por tanto, es necesario un diagnóstico temprano y que, una vez realizado, se apliquen las medidas educativas apropiadas, siempre teniendo en cuenta las características individuales de cada uno de ellos. Tampoco hay que perder de vista su desarrollo emocional y social que, muchas veces, debe ser tratado para su adecuada evolución ya que, habitualmente, no evoluciona al mismo ritmo que sus capacidades cognoscitivas.
Firmado: Asela Sánchez Aneas – Psicóloga
Autora de libro: Altas Capacidades Intelectuales: Niños y Talentos (2013). Jaén: Formación Alcalá.